
El artículo 101 de la Convención sobre el Derecho del Mar define a la piratería como:
“a) Todo acto ilegal de violencia o de detención o todo acto de depredación cometidos con un propósito personal por la tripulación o los pasajeros de un buque privado o aeronave privado y dirigidos: 1) contra un buque o una aeronave en alta mar o contra personas o bienes a bordo de ellos; 2) contra un buque o una aeronave, personas o bienes, que se encuentren en un lugar no sometido a la jurisdicción de ningún Estado. b) Todo acto de participación voluntaria en la utilización de un buque o de una aeronave, cuando el que lo realice tenga conocimiento de hechos que den a dicho buque o aeronave el carácter de buque o aeronave pirata. c) Todo acto que tenga por objeto incitar a los actos definidos en el apartado a) o el apartado b) o facilitarlos intencionalmente. Se asimilarán a los actos cometidos por un buque o aeronave privados los actos de piratería definidos en el artículo 101 perpetrados por un buque de guerra, un buque de Estado o una aeronave de Estado cuya tripulación se haya amotinado y apoderado del buque o de la aeronave.[i]”

Después de los ataques reiterados, la Unión Europea (la gran perjudicada porque se pone en peligro la entrada al Mediterráneo por Suez) a través de sus ministros de defensa aprueban la “Operación Atalanta” para disuadir, prevenir y reprimir la piratería en las costas de Somalia. En colaboración con buques de la OTAN y EE.UU, el Consejo Europeo de defensa manda a la zona entre seis y diez barcos de guerra para garantizar la seguridad. Hoy día esta fuerza esta comandada por un español, uno de los gobiernos que más aportó tanto en buques de guerra como en personal a bordo.
La misma Convención del Mar atribuye a los Estados la capacidad de apresar, tanto en alta mar como en cualquier otro lugar no sometido a las jurisdicciones nacionales, a cualquier barco que esté realizando actividades piratas.
Pero los piratas del siglo XXI igualan en tecnología a sus “buscadores”. Los piratas de hoy utilizan equipos GPS y teléfonos vía satélite, están mejor armados que nunca (utilizan armas propulsadas por cohetes y que se disparan desde el hombro) y tienen acceso a barcos más rápidos y maniobrables. Estos adelantos les permiten localizar, alcanzar y abordar los barcos que son su objetivo en tan solo 15 minutos, de ese modo eluden ser detectados hasta después de haber tomado sus rehenes. Esta rapidez con la que llegan a sus objetivos extiende su “zona de ataque” a un área de 2,5 millones de millas cuadradas, lo que hace casi imposible una patrulla eficaz por parte de las grandes potencias, aun considerando sus buenas intenciones.
El hecho llamativo de fines del año pasado fue que por primera vez en años la República Popular China envió una flota a combatir la piratería, cuando este país siempre se mantuvo aislado de los conflictos bélicos internacionales. Dos destructores y un buque de aprovisionamiento chinos engrosan la flota que intenta frenar este flagelo en las costas somalíes. Nada es casualidad: El 20% de los barcos chinos que han navegado este año frente a las costas somalíes han sido asaltados, según el Ministerio de Exteriores de China.
Somalia es un Estado inexistente[ii]. Divido por la violencia étnica y un gobierno que no ejerce el control de su territorio, este país del cuerno de África se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos para cualquier aventura humanitaria, aun cuando la cifra de refugiados y desplazados ronda el millón de personas en pésimas condiciones de salud. Un país de contrastes: gente muriéndose de hambre y sin ningún tipo de ayuda, y piratas enriqueciéndose con los rescates cobrados por sus actividades ilegales. Parece que a la comunidad internacional sólo le interesa salvar a sus buques y las mercancías que ellos llevan, cuando la miseria y la corrupción del gobierno somalí son las verdaderas causas de este nuevo flagelo[iii].
En lo que va de 2009 ya suman 12 los buques atacados y secuestrados por los piratas somalíes, y las fuerzas navales internacionales apostadas allí no coordinan sus actividades y persiguen diferentes objetivos: Francia persigue a quienes atacan lujosos yates, Canadá, en cambio, quiere evitar el mal de los refugiados; La UE y EE.UU se concentran en una zona pequeña mientras los piratas se alejan de la misma y hacen inútil el patrullaje[iv].
Parece que los piratas están ganando la batalla.
[i] http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/pirateria/pirateria.htm
[ii] www.realinstitutoelcano.org
[iii] www.elpais.com/global
[iv] www.blog.foreignpolicy.com
2 comentarios:
Sr. Funes,
Aquí le he respondido:
***http://comentariodominicano.blogspot.com/2009/04/el-club-g-20.html#comments
Nuestros saludos.
no sabía que existían de verdad los piratas, me da un poco de miedo saber esto, menos mal que soy azafata en lan argentina de aviación y no de un barco !
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