miércoles, 1 de octubre de 2008

De la “ruta de la seda” a la “ruta de la soja”. La República Popular China en el intercambio comercial con Argentina.




Según algunos investigadores históricos, un marino chino, Zheng He, descubrió América 70 años antes que Cristóbal Colón, y en a mediados del siglo XVIII los intercambios comerciales con la región se realizaban a través del puerto de Acapulco en México y de Manila en Filipinas[1]. El devenir histórico del siglo XIX, la preponderancia de la metrópolis española y luego de la potencia imperial y comercial Inglaterra, alejaron a China de la ruta comercial de América Latina hasta entrado el siglo XX, ya con el ascenso de la China popular en la década de 1950.
Chile fue el primer país de la región que firmó un acuerdo comercial con la China popular en 1952, aunque recién en la década de 1970 y luego del acuerdo sino-norteamericano de 1971, por el que la R.P. China toma la representación del país ante la Naciones Unidas, se establecen relaciones diplomáticas con la mayoría de los países latinoamericanos y con ellas comienzan los intercambios comerciales[2].
La República Argentina establece relaciones diplomáticas con la China popular en 1972, pero es en los últimos años del siglo pasado como actualmente cuando los intercambios comerciales alcanzan la importancia que veremos mas adelante.
Siguiendo la idea de la complementariedad comercial es que entendemos la relación comercial de China con Argentina. “El concepto de complementariedad se utiliza para explorar el potencial exportador de un país a un destino determinado.”[3]De esta manera se detectan los productos que se pueden exportar para satisfacer la demanda de las importaciones de un país determinado. La especialización productora y exportadora de Argentina en cuanto a granos oleaginosos y sus derivados, y la contrapartida China en bienes manufacturados provenientes de las industrias del plástico, textiles y afines, hacen virtualmente complementarios a ambos países. Los bienes altamente complementarios tienen increíbles posibilidades comerciales en el intercambio entre ambos países.
Según los datos publicados por el Centro de Economía Internacional, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, el comercio con China alcanzó en 2007 un superávit de 79 millones de dólares, ya que las exportaciones argentinas tuvieron un valor de 5.172 millones de dólares contra 5.093 millones de dólares de importaciones provenientes de China. No obstante ambas operaciones crecieron con respecto al año anterior, un 49% y un 63% respectivamente[4].
Argentina fue uno de los pocos países latinoamericanos que tuvo saldo positivo en su balanza comercial con el país asiático, ya que en el caso de México y Brasil el saldo fue negativo por 11.000 y 1.869 millones de dólares respectivamente. Sólo Chile supera a la Argentina con un superávit de 5.000 millones de dólares en su comercio con China[5].
La importancia de China como socio comercial de nuestro país queda demostrado en estos datos que hacen que aquel país ocupe el segundo lugar como cliente, detrás de Brasil, y el tercero en cuanto a proveedor.
Como explicáramos precedentemente, la especialización productora y exportadora de Argentina reside fundamentalmente en el complejo de granos oleaginosos y sus derivados, que China importa para la producción de alimentos para su ganado (aviar principalmente) y la transformación en aceites industriales. El crecimiento económico del país asiático diversificó las pautas de consumo de sus habitantes, lo que hace extremadamente necesaria la producción de alimentos con alto valor proteico y agregado.
Así, el complejo sojero concentró el 80% de las ventas a China (51% corresponden a porotos de soja y el 29% restante a aceite de soja), aumentando las exportaciones de esos productos en el último año un 87% y 142% respectivamente.
Las exportaciones de productos primarios a China abarcan el 54% del total de las exportaciones hacia ese país. Con cifras en caída con respecto al año anterior, combustibles y energía concentró el 8% de las exportaciones (Brasil tiene mayor importancia en el comercio de este tipo de productos, lo que lo hace el mayor socio comercial chino en Sudamérica, por los valores de su intercambio), en tanto MOI sólo representó 2% de las exportaciones hacia el gigante asiático.
Del lado de las importaciones provenientes de China, el 50% fueron Máquinas y aparatos eléctricos y mecánicos (entiéndase computadoras portátiles, máquinas fotográficas, circuitos integrados para computadoras entre otros) y el 11% a Productos Químicos (como glisfosato que se usa para la producción de herbicidas para las plantaciones de soja).
En los últimos 5 años las exportaciones argentinas hacia China crecieron en un 42% promedio anual, en tanto que las importaciones lo hicieron en un 75% promedio anual. Hoy en día, las exportaciones e importaciones hacia el gigante asiático representan respectivamente el 9.3% y el 11.4% del total del comercio nacional. Sin dudas el mayor crecimiento de las importaciones chinas con respecto a las exportaciones de productos argentinos, pone en alerta a los industriales argentinos ya que el bajo costo de los productos provenientes de China, sitúa a los argentinos en cierta desventaja.
Agroalimentos fue el sector que más creció en las exportaciones hacia China en los últimos años, en detrimento de textiles y metales que vieron decrecer su participación. Sin dudas, como referimos en el párrafo anterior, la invasión de textiles chinos pone en desventaja a la producción nacional.
Además, los agroalimentos tienen escaso valor y trabajo agregado. Esto último si simplificamos nuestra visión a los cereales y oleaginosas, ya que en los alrededores de las exportadoras de oleaginosas se conforma una zona de servicios conexos que hacen a la producción y exportación de dichos productos, conformándose lo que se entiende como clúster productivos, que abarca desde la producción de fertilizantes, la maquinaria agrícola, y el transporte y logística para su comercialización. De aquí nace la innovadora idea de los agronegocios, entendiendo todo el conjunto.
Mirando hacia el futuro, Argentina tiene una gran complementariedad comercial con China en porotos de soja, ya que nuestro país tiene un 24.1% en las importaciones de ese producto. Las manufacturas industriales que son usadas por los chinos como insumos también tienen amplias posibilidades comerciales, esto es los minerales y desechos de cobre (Chile tiene una amplia participación en éste sector), productos laminados de hierro y acero, y plásticos. Si las ventas chinas aumentan en el mundo, necesitará mas insumos para sus productos industriales, por lo que este sector tiene buenas posibilidades de desarrollo futuro.
Algunos productos químicos que Argentina produce (estirenos, poliestirenos, etc.) aún no ingresan al mercado chino y son muy buenas posibilidades ya que pagan bajos aranceles en comparación con el trigo y el azúcar que son grabados en un 65% y 50% respectivamente.

Emulando la tarea de aquellos pioneros del siglo XV, en las puertas del siglo XXI, Argentina y la región están ante una inmejorable oportunidad de aumentar el intercambio comercial con el gigante asiático. La antigua “ruta de la seda” aquella que salía por el puerto de Acapulco, hoy se transforma en la “ruta de la soja” en la que Argentina y Brasil tienen muy buen futuro. Estamos a favor de una diversificación de los productos exportables de nuestro país, ya que esto alentaría un desarrollo industrial en nuestra tierra, pero viendo las estadísticas y lo que China demandará en el futuro, es innegable considerar la importancia que la oleaginosa tendrá en el futuro comercio de nuestro país.


Imágenes:
Arriba - Plaza de Tien An Men
Medio - Puerto de Shanghai

Citas:
[1] Jiang Shixue, Una mirada China a las relaciones con América Latina, en Revista Diplomática Nº 3 del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, páginas 128-147, disponible en www.isen.gov.ar/rd
[2] Oliva, Carla, Las posibilidades de un desarrollo armónico, en Revista Diplomática Nº 3 del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, páginas 42-67, disponible en www.isen.gov.ar/rd
[3] El balance de la economía argentina 2007, IIE 2007: 651, disponible en Biblioteca de la Bolsa de Comercio de Rosario.
[4] El comercio de la Argentina con China, CEI, MRECIC, febrero de 2008, disponible en www.mrecic.gov.ar
[5] Oliva, op.cit.

Glosario:
Estirenos: se producen para fabricar productos tales como caucho, plásticos, material aislante, cañerías, partes de automóviles, envases de alimentos y revestimiento de alfombras.
Poliestirenos: es un polímero termoplástico que se obtiene de la polimerización del estireno. Se utilizan en la fabricación de envases mediante extrusión-termoformado, de objetos diversos mediante moldeo por inyección, además de aislantes térmicos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Oh My God! No entiendo nada ...pero me gusta como está escrito todo..jaja!
Besos, hermano y suerte en todo lo que inicies...
Virginia